Los talleres deben aceptar los neumáticos fuera de uso y los productores gestionar su correcto tratamiento medioambiental.
La ley prohíbe hoy en día el abandono de los neumáticos fuera de uso (NFU), para evitar su impacto en el medio ambiente y reaprovecharlos como materia prima. Por lo tanto, los consumidores no pueden desprenderse de sus neumáticos usados de cualquier manera. El proceso más habitual consiste en realizar el cambio de neumáticos en un taller, cuyos responsables tienen que aceptar los viejos y entregárselos a un gestor autorizado para su correcto tratamiento medioambiental. Ahora bien, el consumidor paga por cada nuevo neumático un pequeño importe para cubrir los gastos que suponga su gestión en el futuro.
Los NFU son un residuo no biodegradable que abandonado en el medio ambiente provoca un impacto visual desagradable y una pérdida de espacio aprovechable. Asimismo, su apilado en la naturaleza puede convertirse en un foco de contaminación y de diseminación de plagas y enfermedades. En caso de ser quemados, estos residuos pueden provocar diversos efectos no deseados, como la emisión a la atmósfera de gases y partículas nocivas.
Me parece una buena solución ya que estos neumaticos contaminan demasiado y su correcto tratamiento medio ambiental reduciría la contaminación.
lunes, 10 de noviembre de 2008
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1 comentario:
yo creo que deverian crearse fabricas especiales para la goma de los neumaticos
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